Hubo, eso sí, una tercera vía [en el arte pop], abierta por el norteamericano Tom Wesselmann y por el asturiano Eduardo Úrculo, quienes defendían que no había que tomárselo todo tan a la tremenda, que no siempre tenía la culpa la Coca-Cola o que incluso se podía disfrutar del paisaje ofrecido por la línea de rascacielos coronada por las Torres Gemelas. Un sueño efímero y quizá erróneo del que ha venido a sacarnos un nuevo comando suicida (La Voz de Asturias, 6 de abril de 2003).
No hay comentarios:
Publicar un comentario